miércoles, 30 de septiembre de 2009

Crónicas del Fortuñato

En la tarde de hoy, mientras reproducía mi resumé en un establecimiento de fotocopias en Río Piedras, escuché a otro cliente charlar "casualmente" con uno de los empleados.

El doncito, barbú y canoso, con par de libritas de mas, preguntaba si "en la iupi siguen haciendo huelga" (hoy hubo una marcha, el paro fue ayer... pero en la calle, todo es lo mismo, igual que todos los estudiantes "revoltosos" son "fupistas"), a lo que el empleado respondió que sí, que siguen en eso.

El cliente contestó, "jum... total... pa mi que este gobernador está bregando bien, por lo menos con la corrupción."

"Unjú," pensé, imaginándome por donde venía, pues ya habia alcanzado ver, entre los documentos que manejaba, tarjetas de presentación de algún miembro de la Cámara de Representantes (desafortunadamente, no se me grabó el nombre).

El empleado, que al parecer lo conocía de antes, le preguntó por algún "caso" que estaba bregando. Yo me distraje momentáneamente con lo mío, cuando de repente la conversación volvió a captar mi atención.

"Sí, pero ya eso se está resolviendo," contestó el don. "Nos reunimos con el gobe y con el nuevo de Justicia. Aquí van a ir presos dos o tres. Déjame decirte, que la corrupción de Sila, y la de Aníbal, son cosa grande."

Ya sabía yo. Je, je...

"Seguro," pensé yo. "Tan grande como la de los tuyos. Quien duda a estas alturas que rojos y azules son la misma mier..."

En eso el empleado, un muchacho joven y buenazo, seguramente aburrido de la politiquería del viejo, me pregunta a mí, "así que buscando trabajo, ¿ah?"

"Ya tú sabes," contesté. "No está fácil la cosa."

El don, tras de politiquero, entrometido, me dice, "déjame darte un consejo, mijo, que de estas cosas yo sé."

"Ajá, dígame."

"Invéntate una compañía de landscaping."

Me pareció curioso sobre todo lo de "invéntate". A mí, que de "landscaping" sé lo que sé de neurocirugía, y que tengo menos pinta de jardindero que de monjita de la caridad.

"¿Ajá?"

"Sí, porque déjame explicarte. Aquí lo van a privatizar todo."

"Eso lo sé yo, chorro'e desgraciaos," pensé.

"Las carreteras se las van a dar a las compañías privadas, pa' que las tengan bien limpiecitas, todo. Sí, aquí todo va a ser como debe ser. Invéntate una compañía de landscaping, de consejería en trabajo social, de energía eléctrica," me dijo, casi relamiéndose.

Sobre todo lo de la ENERGÍA ELÉCTRICA se sintió como una bofetda en la cara, confirmando todo lo que uno ya sabe, que lleva años sucediendo y la UTIER denunciando, que las APP convierten en hecho consumado, y que aún a estas alturas no se atreven a decir abiertamente.

"Entonces, o estás donde tienes que estar, o eres de los que quieren insistir en irse contra la corriente, y la corriente se los va a llevar."

En eso acabé con lo mío. "Usted sabe que pasa, que a mí me gusta nadar en contra de la corriente," le dije. Me despedí del empleado con un gesto, y me fui apresuradamente.

"¡Pues en veinte años te veré en la misma esquina!" me gritó mientras salía.

A fin de cuentas, nunca sabré con certeza quien era el viejo. Algo me dice que está bien enchufadito con el ala azul de nuestro Partido Único y que le está cobrando algún viejo favor a alguien contra otro tan traquetero como él.

Así es el cínico micropoder del capitalismo colonial nuestro de todos los días. No son sólo los Carrión, Ferré y Fonalledas los que se jartan en el banquete neoliberal.

El problema es que entre todos los "landscaping" que van a guisar (y muchos que vienen guisando) con contratitos del mismo gobierno que dizque no tiene chavos, juntos no van a emplear ni a una fracción de los casi 30,000 que ya están en la calle (y los que faltan), por no hablar de los cientos de miles de empleos que ha dejado de generar en los últimos 30 años la MISMA empresa privada que ha sido proclamada "dueña del país", ahora que "todo va a ser como debe ser."

Esos son los que "se lleva la corriente." Camarón que se duerme, dicen. Such is life.

Pero no es ninguna corriente, sino una manguera de presión que nos están pegando. Vamos a tener todos los camaroncitos (o garrapatitas) que juntarnos de una vez y por todas, pa' picarlos hasta que se desangren.


lunes, 28 de septiembre de 2009




¿A cuáles familias?

Nahomi Galindo Malavé

A sólo ocho meses, ya ha habido miles de despidos y, por las últimas noticias, vendrán otros miles más, justificados con la existencia de una “crisis económica”. Sin embargo, dicha crisis no ha afectado a todo el mundo, sino a algunas personas y a algunas familias, particularmente a las de sectores asalariados.

Interesante por demás, pues quienes están en el poder han planteado grandes preocupaciones por “la gran familia puertorriqueña”, como si existiese un sólo modelo de familia. Como si las mujeres jefas de familia, los hombres jefes de familia, las abuelas criando nietos y las parejas del mismo sexo con hijos e hijas fueran todos “menos” familia. Ello quedó demostrado cuando Thomas Rivera Schatz llamó torcidas a las familias no tradicionales y cuando Evelyn Vázquez expresó que ella representaba a las mujeres de "verdad".

Además, algunos de los que están en el poder han expresado "preocupaciones" por "la familia", y han rechazado medidas como el Proyecto de la Cámara 1725, que prohibiría el discrimen por orientación sexual. Esta medida beneficiaría a muchas familias diversas, principalmente del sector asalariado, que todavía no están protegidas del patrono al ser discriminadas por "percibidas" orientaciones sexuales. Además, pretenden aprobar un proyecto de ley de adopción que será discriminatorio hacia las parejas del mismo sexo. Esto a pesar de que varias asociaciones profesionales han destacado que los niños y niñas cuidado por parejas del mismo son tan emocional y físicamente estables como los criados por las parejas heterosexuales.

La gran contradicción de preocuparse por "la familia" se reflejó cuando a estos mismos sectores en el poder parece importarles poco continuar lanzando numerosas familias a la calle a sumarse a las ya exorbitantes cifras del desempleo. También, cuando atropellaron brutalmente a las familias de Villas del Sol y cuando ignoran el grave problema de vivienda en el País. Evidentemente, con los despidos, han dejado y dejarán empobrecidas a muchas familias. Lamentablemente, parece importarles poco marcar más aún las ya existentes desigualdades socioeconómicas de esas familias.

La sociedad puertorriqueña del siglo XXI está compuesta por numerosas y diversas familias que son tan legítimas como la ficticia familia funcional y tradicional. Sin embargo, han dominado violentamente los fundamentalismos, religiosos y económicos, de unos pocos sobre otros. Afortunadamente, no todos los religiosos se identifican con estas posturas.

Cabe señalar que las grandes contradicciones de algunos de los que están en el poder no sólo son perjudiciales, sino que además son nocivas y venenosas para nuestra sociedad. Si tantas familias quedan fuera de la protección de este gobierno, entonces, ¿a cuáles familias defienden quienes gobiernan? Ellos mismos han colocado su doble vara sobre la mesa: defienden a las heteronormativas y económicamente privilegiadas; mientras que atropellan a las diversas, pobres y asalariadas.

Nahomi Galindo Malavé es activista de Derechos Humanos y miembro de la Junta Editora de Apuesta.

sábado, 26 de septiembre de 2009



El mensaje de éste cartel, alegadamente avistado en la Ciudad de Nueva York, es uno violentamente misógino y homofóbico. ¿Realmente es tan difícil de reconocer?

Imaginémonos, por un segundo, que el objeto del ataque no es Luis Fortuño. Imaginemos que se trata de una mujer, figura pública, y para no complicar la cosa, que es alguien politicamente "neutral". Imaginemos que se trata de Maripily.

Imaginemos una persona desconocida, por razones desconocidas, fija carteles con la imagen de Maripily, con la frase "ESTA PUTA QUIERE PINGA". ¿Qué persona con un mínimo de formación y conciencia social negaría entonces que se trata de un acto misógino, una incitación a la agresión sexual, independientemente de los motivos que pudiera tener la persona para hacerlo?

Volvamos entonces a Fortuño. ¿Estará nuestra imaginación colectiva realmente tan patéticamente demacrada, que lo PEOR que le podemos desear a ese pichón de fascista es algo que AL MENOS el 50% de la población (presumiendo que las mujeres "biológicas" son el 50%, menos X% de lesbianas y trans-hombres, más igual porcentaje de hombres gay y trans-mujeres) encuentra placentero?

Quizás se podría argumentar que para EL es lo peor que le puede pasar, pero (aún suponiendo que conociéramos con certeza su preferencia sexual) con un poco de esfuerzo, no toma más de par de segundos pensar en MUUUCHAS cosas que hasta Fortuño tendría que admitir son menos agradables...

Peor aún, parece ser que la homofobia internalizada es tal, que para algunos compañeros y compañeras, ACUSARLO de QUERER "que le den pinga" (en otras palabras, llamarle gay) es lo peor que se le puede decir a Luis Fortuño .

Hay veces que nuestra ansiedad por evitar que nos tilden de "Politically Correct" (ansiedad producto del "white liberal guilt" gringo, y bastante ridícula, por cierto) nos convierte en la razón misma por la cual es necesario insistir, a veces, en la corrección política, que no es otra cosa que la verticalidad de nuestros principios.

¿O acaso alguien en la izquierda se atrevería a llamarle "negro de mierda" a Obama, por intensificar la ocupación de Afghanistan, o no retirarle la ayuda militar a la dictatdura hondureña? Es un reto, adelante...

Que viva Puerto Rico libre, sí, pero libre de misoginia y homofobia también.

Con "patriotas" así, que viva la estadidad radical...

Actualización: Justo cuando uno pensaba que la miopía política de la izquierda no podía ser peor, hay quienes encuentran gracioso que "hasta Hitler está contra Fortuño"...

jueves, 17 de septiembre de 2009


All the lonely people: ¿Where do they all come from? (Guaynabo City)

111 años de soledad

A veces, hasta un fotomontaje vale más que mil palabras.

De todos modos, la imagen (y el hecho de que es lo suficientemente probable para que nos lo creyeramos) es demasiado poética para no aprovecharla.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Foro

Exclusión Social y Xenofobia
en P.R. Contemporáneo


Hora: 7:00 pm


Lugar: Taller Cé,
Calle Robles,
Río Piedras



Panelistas
  • Manuel Rodríguez Banchs
    (Portavoz del MAS)
  • Laura Vazquez Mota
    (Líder comunitaria de Villas del Sol)
  • Romelinda Grullón
    Centro de la Mujer Dominicana

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viernes, 11 de septiembre de 2009


El Gral. José Millán Astray y Terreros, posible candidato a Subsecretario para Asuntos Académicos del Departamento de Educación, ahora que Juan J. Rodríguez seguramente será cesanteado bajo el Plan de Retiro Temprano "Such is Life" para Funcionarios Indiscretos (Foto: Internet).

Nuevo lema para el DE: "¡MUERA LA INTELIGENCIA!"

Tomado de El Vocero.

[...]

Juan J. Rodríguez, subsecretario para Asuntos Académicos de la agencia, dijo que fue instruido por el secretario Carlos Chardón para que retirara de las escuelas públicas los libros "Antología personal", "El entierro de Cortijo", "Mejor te lo cuento: antología personal", "Reunión de espejos" y "Aura".

Pero, cuando Prensa Asociada le cuestionó sobre el valor literario de las piezas, Rodríguez reconoció que no las ha leído.

“No, porque no los he leído'', se limitó a decir Rodríguez.

Lee el artículo completo (y trata de no llorar)...

Actualización: Esto ya es un bochorno internacional.


jueves, 10 de septiembre de 2009


Imagen: Rebelión.

"Venezuela es el único lugar en el mundo en donde hay optimismo"
Entrevista con Josh Simpson y Benji Lewis, veteranos de la ocupación estadounidense de Irak
Eva Golinger
Traducción de Liliana Buitrago

Tomado de Rebelión.

[...]

EG: ¿Por qué vinieron a Venezuela?

Benji: América del Sur está en condiciones de resistir el colapso económico en los EEUU. También tenemos planes para crear una red de seguridad para los amigos y personas en los EEUU en caso de que los EEUU se convierta en un estado policial más grande. Si hay una guerra más grande por venir en el planeta la gente tiene que elegir un lado y este es el lado en el que quiero estar.

JS: Venezuela es el único lugar en el mundo donde hay optimismo. Este país se está moviendo en la dirección correcta. En Venezuela se está haciendo una gran cantidad de trabajo.

EG: ¿Qué le dirías al pueblo venezolano acerca de la presencia militar de EEUU en Colombia?

JS: Que estén preparados. Las milicias populares son el medio más eficaz para disuadir a los EEUU, está funcionando en Irak y Afganistán. Las personas con fusiles pueden mantenerse para siempre. No van a ser capaces de derrotar a los militares de EEUU con tanques y aviones, porque ellos tienen más que todos los países del mundo combinados. Estén a la altura de la creencia, ¡Socialismo o Muerte! El capitalismo está en un estado de deterioro importante y va a reaccionar con violencia. Sin embargo tenemos que luchar de cualquier manera. Si Venezuela es atacada, y hay una brigada Abraham Lincoln para defender a Venezuela, yo vendría aquí en un latido.

Benji: Para mí es obvio que los EE.UU. están abriendo fuego contra Latinoamerica. Latinoamerica es una gran recurso para los EE.UU., es todo lo que ven, ven a la gente como una molestia. La única cosa en la que los EEUU es bueno es en invadir otros países, esa es la única exportación que todavía tienen, la invasión.

Josh: Es la guerra que nunca termina.

Lee la entrevista completa.

Eva Golinger es una abogada venezolana-estadounidense radicada en Caracas y autora de varios libros, incluyendo El Código Chávez: Descifrando la intervención de los Estados Unidos en Venezuela y Bush vs. Chávez: Washington’s War on Venezuela.

Josh Simpson fue Sargento de la División de Contrainteligencia del Ejército de los EE.UU. y estuvo a cargo de los interrogatorios en Mosul, Irak entre el 2004 y 2005. Es presidente del Capítulo de Fort Lewis, Washington, de Iraq Veterans Against the War (IVAW). Es estudiante de Maestría en Educación en Evergreen University.

Benji Lewis fue soldado de Infantería de Marina e hizo dos turnos en Irak, ambos en Faluya, de 2004 a 2005. Es miembro de IVAW y Courage to Resist. Estudia Literatura Inglesa y Filosofía en Lynn-Benton Community College.

Esta entrevista se realizó durante la primera visita a Venezuela de ambos, como parte de la delegación anti-guerra de la Coalición de Solidaridad con América Latina de Portland, Oregon.
La guerra contra el jangueo de cara al apocalipsis: Discrimen moralista
Mario Amílcar Torres Lara

Tomado de Bandera Roja En Línea.

Ya se ha discutido y denunciado bastante el carácter represivo de los sucesos del 21 de agosto de 2009 en la Avenida Universidad. Sin embargo, me parece imperativo discutir con más profundidad, un análisis moral, económico y cultural en torno a las agresiones sistemáticas en contra de la juventud y los espacios de “jangueo”.

En primer lugar, sabemos que el alcalde de San Juan, Jorge Santini, no es la persona más indicada para estar criticando la “bebelata” de la juventud. El rumor sobre sus vicios por encima del bigote y su gusto por la bebida llega hasta los lugares más remotos y lejanos de la isla. No es congruente que una persona como esta, pretenda cargar ahora una espada en forma de cruz para esgrimirla contra la muchachería pecaminosa e inmoral. Esta campaña tipo cruzada religiosa, solo tiene sentido para ese sector de supersticiosos y supersticiosas que claman que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina.

Leer más...

Mario Amílcar Torres Lara es maestro, guitarrista-vocalista de Contra la Santa Alianza y miembro del Movimiento Socialista de Trabajadores.


sábado, 5 de septiembre de 2009

“Ni calco ni copia”:
Che Guevara en búsqueda de un nuevo socialismo

Por Michael Löwy
Tomado de: Punto de Vista Internacional

En un articulo publicado en 1928, José Carlos Mariátegui -el verdadero fundador del marxismo latino-americano- escribía las siguientes palabras: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una generación nueva". No fue escuchada su advertencia : en este mismo año empezó el movimiento comunista latino-americano a caer bajo la influencia del paradigma stalinista, que impuso, durante casi medio siglo, el calco y la copia de la ideología de la burocracia soviética y de su llamado “socialismo real”.

No sabemos si el Che conocía este texto de Mariategui; posiblemente sí lo había leído, puesto que su compañera Hilda Gadea le había prestado los escritos de Mariategui, durante los años que precedieron la revolución cubana. De todas las maneras se puede considerar que buena parte de su reflexión y de su práctica política, sobretodo en los años 60, tenía como objetivo salir del callejón sin salida a que llevaba la imitación servil del modelo soviético y est-europeo. Sus ideas sobre la construcción del socialismo son una tentativa de “creación heroica” de algo nuevo, la búsqueda –interrumpida e inacabada– de un paradigma de socialismo distinto, y en muchos aspectos radicalmente opuesto a la caricatura burocrática “realmente existente”.

De 1959 hasta 1967, el pensamiento del Che evolucionó mucho. Él se alejó cada vez más de las ilusiones iniciales acerca del socialismo soviético y del estilo soviético -es decir, stalinista- de marxismo. En una carta del 1965 a un amigo cubano él critica duramente el “seguidismo ideológico” que se manifiesta en Cuba por la edición de manuales soviéticos para la enseñanza del marxismo. Estos manuales –que el llama “ladrillos sovieticos” - “tienen el inconveniente de no dejarte pensar : el Partido ya lo hace por tí y tú lo debes digerir”. Se percibe de manera cada vez más explícita, sobretodo en sus escritos a partir del 1963, el rechazo al “calco y copia” y la búsqueda de un modelo alternativo, la tentativa de formular otra vía al socialismo, más radical, más igualitaria, más fraternal, más humana, más consecuente con la ética comunista.

Su muerte en octubre del 1967 va a interrumpir un proceso de maduración política y desarrollo intelectual autónomo. Su obra no es un sistema cerrado, un planteamiento acabado que tiene respuesta para todo. Sobre muchas cuestiones - la democracia en la planificación, la lucha contra la burocracia - su reflexión es incompleta.

El motor esencial de esta búsqueda de un nuevo camino –más allá de cuestiones económicas específicas– es la convicción de que el socialismo no tiene sentido –y no puede triunfar– si no representa un proyecto de civilización, una ética social, un modelo de sociedad totalmente antagónico a los valores de individualismo mezquino, de egoísmo feroz, de competencia, de guerra de todos contra todos de la civilización capitalista - este mundo en el cual “el hombre es el lobo del hombre”.

La construcción del socialismo es inseparable de ciertos valores éticos, contrariamente a lo que plantean las concepciones economicistas -de Stalin hasta Kruschov y sus sucesores- que sólo consideran "el desarrollo de las fuerzas productivas" . En la famosa entrevista con el periodista Jean Daniel (julio del 1963) el Che planteaba, en lo que ya era una critica implícita al "socialismo real": "El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo contra la enajenación. (...) Si el comunismo pasa por alto los hechos de conciencia, podrá ser un método de reparto, pero no es ya una moral revolucionaria".

Si el socialismo pretende luchar contra el capitalismo y vencerlo en sus propio terreno, en el terreno del productivismo y del consumismo, utilizando sus proprias armas -la forma mercantil, la competencia, el individualismo egoísta– está condenado al fracaso. No se puede decir que Guevara previó el derrumbe de la URSS, pero de alguna manera él tuvo la intuición de que un sistema “socialista” que no tolera la divergencia, que no representa nuevos valores, que trata de imitar a su adversario, que no tiene otra ambición que “alcanzar y superar” la producción de las metrópolis capitalistas, no tiene futuro.

El socialismo para el Che era el proyecto histórico de una nueva sociedad, basada en valores de igualdad, solidaridad, colectivismo, altruísmo revolucionario, libre discusión y participación popular. Tanto sus críticas –crecientes– al “socialismo real” como su práctica como dirigente y su reflexión sobre la experiencia cubana están inspirados por esta utopía –en el sentido que le da Ernst Bloch a este concepto– comunista.

Tres aspectos traducen concretamente esta aspiración de Guevara y su búsqueda de un nuevo camino: la discusión sobre los métodos de gestión económica, la cuestión de la libre expresión de divergencias y la perspectiva de la democracia socialista. El primero ocupaba, obviamente, el lugar central en la reflexion del Che; los otros dos - que están estrechamente interconectados- están mucho menos desarrollados, con lagunas y contradicciones. Pero no dejan de estar presentes en sus preocupaciones y en su práctica política.

1) Los métodos de gestión económica

Se trata de la célebre discusión del 1963-64 sobre varios aspectos de la planificación, en confrontación con partidarios del modelo soviético – el Ministro del Comercio Exterior Alberto Mora, el director del Instituto Nacional de Reforma Agraria Carlos Rafael Rodríguez – sostenidos por el conocido economista marxista francés, Charles Bettelheim. Los planteamientos de Ernesto Guevara – que recibieron el apoyo del economista marxista belga (y dirigente de la IVa Internacional) Ernest Mandel – constituyen una crítica radical – al principio implícita, después explícita – al “socialismo real”. Los principales aspectos del modelo est-europeo a que se oponía el Che eran:

- la ley del valor como ley objetiva de las economías de transición al socialismo – tesis de Stalin defendida por Charles Bettelheim.

- la mercancía como base del sistema productivo.

- la competencia -entre empresas o entre trabajadores- como factor de incremento de la productividad.

- métodos de incentivo y distribuición más bien individuales que colectivos.

- privilegios económicos para los gerentes y administradores.

- criterios mercantiles en las relaciones económicas entre países socialistas.

En su famoso "Discurso de Argel" (febrero del 1965) Ernesto Guevara llamaba a los países que se reclamaban del socialismo a "liquidar su complicidad tácita con los países explotadores del Occidente", que se traducía en las relaciones de intercambio desigual que llevaban con los pueblos en lucha contra el imperialismo. Para el Che "no puede existir socialismo si en las conciencias no se opera un cambio que provoque una nueva actitud fraternal frente a la humanidad, tanto de índole individual, en la sociedad que se construye o esta construído el socialismo, como de índole mundial en relación a todos los pueblos que sufren la opresión imperialista".

Analizando en su ensayo de marzo del 1965, El socialismo y el hombre en Cuba los modelos de construcción del socialismo vigentes en Europa oriental, el Che rechazaba la concepción que pretendía "vencer al capitalismo con sus proprios fetiches": "Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía tomada como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida...Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo".

Uno de los principales peligros del modelo importado de los países del Este europeo es el incremento de la desigualdad social y la formación de una capa privilegiada de tecnócratas y burócratas: en este sistema de retribución "son los directores quienes ganan cada vez más. Basta ver el último proyecto de la RDA, la importancia que adquiere la gestión del director, o mejor, la retribución de la gestión del director".

El fondo del debate consistía en una confrontación entre una visión economicista – la esfera económica como sistema autónomo, regido por sus proprias leyes, como la ley del valor o las leyes del mercado- y una concepción política del socialismo, es decir la toma de decisiones económicas - las prioridades productivas, los precios, etc – según criterios sociales, éticos y políticos.

Las propuestas económicas del Che –la planificación versus el mercado, el sistema presupuestario de financiación, los incentivos colectivos o “morales” - tenían como objetivo la búsqueda de un modelo de construcción del socialismo fundamentado en estos criterios y, por tanto, distinto del soviético.

Hay que añadir entretanto que Guevara no logró tener una idea clara de la naturaleza del sistema burocrático stalinista. Siguiendo –en mi opinión– una pista equivocada, buscaba en la NEP, más bien que en el Thermidor stalinista, el origen de los problemas y limitaciones de la experiencia soviética.

2) La libertad de discusión

Un aspecto político importante de la discusión económica del 1963-64, que merece ser subrayado, es el hecho mismo de la discusión. Es decir, el planteamiento de que la expresión pública de desacuerdos es normal en el proceso de construcción del socialismo. En otras palabras, la legitimación de un cierto pluralismo democrático en la revolución.

Esta problemática está sólo implícita en el debate económico. Guevara nunca la desarrolló de forma explícita o sistemática, y sobre todo no la relacionó con la cuestión de la democracia en la planificación. Pero su actitud, en varias ocasiones en el curso de los años 60, es favorable a la libertad de discusión en el campo revolucionario, y al respeto de la pluralidad de opiniones.

Un ejemplo interesante es su comportamiento hacia los trotskistas cubanos, cuyos análises él no compartía en absoluto (los criticó duramente en varias ocasiones). En 1961, en una entrevista con un intelectual de izquierda norteamericano, Maurice Zeitlin, Guevara denunció la destrucción por la policía cubana de las placas de La Revolucion Permanente de Trotsky como un “error” y algo que “no debería haberse hecho”. Y años más tarde, poco antes de dejar Cuba en 1965, logró sacar de la cárcel al dirigente trotskista cubano Roberto Acosta Hechevarría, al cual declara, al despedirse con un abrazo fraternal: “Acosta, las ideas no se matan a palos”.

El ejemplo más tajante es su respuesta - en un informe de 1964 a sus compañeros del Ministerio de la Industria - a la critica de "trotskismo" que le achacaron algunos soviéticos: "A este respecto, creo que o poseemos la capacidad de destruir con argumentos la opinión contraria o debemos dejarla expresarse... No es posible destruir una opinión con la fuerza, porque ello bloquea todo desarrollo libre de la inteligencia. También del pensamiento de Trotsky se puede tomar una serie de cosas, incluso si, como creo, se equivocó en sus conceptos fundamentales, y si su acción ulterior fue errónea...".

Tal vez no sea por casualidad que la defensa más explícita de la libertad de expresión y la crítica más directa de Guevara al autoritarismo stalinista se manifestara en el terreno del arte. En su conocido ensayo El socialismo y el hombre en Cuba (1965) denuncia el “realismo socialista” de factura soviética como la imposición de una sola forma de arte -la “que entienden los funcionarios”. Con este método, subraya, se “anula la auténtica investigación artística”, y se pone una verdadera “camisa de fuerza a la expresión artística”.

3) La democracia socialista

Aunque el Che nunca llegó a elaborar una teoría acabada sobre el papel de la democracia en la transición socialista –tal vez la principal laguna de su obra - rechazaba las concepciones autoritarias y dictatoriales que tanto daño hicieron al socialismo en el siglo XX. A los que pretenden, desde arriba, "educar al pueblo" - falsa doctrina ya criticada por Marx en las Tesis sobre Feuerbach ("¿quién educa al educador?") - el Che contestaba, en un discurso del 1960: "La primera receta para educar al pueblo...es hacerlo entrar en revolución. Nunca pretendan educar a un pueblo, para que, por medio de la educación solamente, y con un gobierno despótico encima, aprenda a conquistar sus derechos. Enséñele, primero que nada, a conquistar sus derechos, y ese pueblo, cuando esté representado en el gobierno, aprenderá todo lo que se enseñe, y mucho más: será el maestro de todos sin ningún esfuerzo". En otras palabras: la sola pedagogía emancipadora es la auto-educación de los pueblos por su propria práctica revolucionaria - o, como lo planteaba Marx en la Ideologia Alemana, "en la actividad revolucionaria, el cambio de sí mismo coincide con la modificación de las condiciones". En el mismo sentido van unas notas críticas de 1966 a un manual de economía política soviético, que contienen esta formulación política precisa y tajante : “El tremendo crimen histórico de Stalin” fue “el haber despreciado la educación comunista e instituido el culto irrestricto a la autoridad”.

El principal límite es la insuficiencia de su reflexión sobre la relación entre democracia y planificación. Sus argumentos en defensa de la planificación y en contra de las categorías mercantiles son muy importantes y ganan una nueva actualidad ante la vulgata neoliberal que domina hoy, con su “religión del mercado”. Pero dejan a un lado la cuestión política clave : ¿Quién planifica ? ¿Quién decide las grandes opciones del plan económico ? ¿Quién determina las prioridades de la producción y del consumo? Sin una verdadera democracia –es decir sin a)pluralismo político b)libre discusión de las prioridades y c)libre opción de la población entre las diversas proposiciones y plataformas económicas propuestas- la planificación se transforma inevitablemente en un sistema burocrático, autoritario e ineficaz de “dictadura sobre las necesidades”, como lo demuestra abundantemente la historia de la ex-URSS. En otras palabras : los problemas económicos de la transición al socialismo son inseparables de la naturaleza del sistema político. La experiencia cubana de los últimos treinta años revela, también ella, las consecuencias negativas de la ausencia de instituciones democrático/socialistas – aun si Cuba logró evitar las peores aberraciones burocráticas y totalitarias de los otros Estados del llamado “socialismo real”.

Este debate tiene que ver, por supuesto, con el problema de las instituciones de la revolución. Guevara rechaza la democracia burguesa, pero –a pesar de su sensibilidad anti-burocrática e igualitaria- está lejos de tener una visión clara de la democracia socialista. En El socialismo y el hombre en Cuba el autor reconoce que el Estado revolucionario puede equivocarse, provocando una reacción negativa de las masas que lo obliga a rectificar (el ejemplo que cita es la política sectaria del Partido bajo el liderazgo de Aníbal Escalante en 1961-62). Pero, reconoce, “es evidente que el mecanismo no basta para asegurar una sucesión de medidas sensatas y que falta una conexión más estructurada con la masa”. En un primer momento, él parece encontrar una solución en una vaga “interrelación dialéctica” entre los dirigentes y la masa. Entretanto, algunas páginas adelante confiesa que el problema está lejos de haber encontrado una solución adecuada, permitiendo un control democrático efectivo : “Esta institucionalidad de la Revolución todavía no se ha logrado. Buscamos algo nuevo (...). "

Sabemos que en los últimos dos años de su vida Ernesto Guevara avanzó mucho en su toma de distancia hacia el paradigma soviético, en su rechazo del “calco y copia” del “socialismo real”. Pero una buena parte de sus últimos escritos queda aún inédita, por razones inexplicables. Entre estos documentos se encuentra una crítica radical al Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS, redactada en 1966. En un artículo publicado en 1996, Carlos Tablada -autor de un libro importante sobre el pensamiento económico del Che– cita algunos párrafos de este documento, al cual tuvo acceso (pero no la autorización de publicarlo integralmente). Uno de ellos es muy interesante, porque demuestra que en sus últimas reflexiones políticas Guevara se acercaba a la idea de una democracia socialista, de una planificación democrática en la que sea el pueblo mismo, los trabajadores, “las masas” (para utilizar su terminología), los que tomen las grandes decisiones económicas:

“En contradicción con una concepción del plan como decisión económica de las masas conscientes de los intereses populares, se ofrece un placebo, en el cual sólo los elementos económicos deciden del destino colectivo. Es un procedimiento mecanicista, antimarxista. Las masas deben de tener la posibilidad de dirigir su destino, de decidir cuál es la parte de la producción que irá a la acumulación y cuál será consumida. La técnica económica debe operar en los límites de estas indicaciones y la consciencia de las masas debe asegurar su implementación.”

Las balas de los asesinos de la CIA y de sus socios bolivianos interrumpieron en octubre del 1967 este trabajo de “creación heroica” de un nuevo socialismo revolucionario, de un nuevo comunismo democrático.
El Socialismo del Siglo XXI

Diálogo con Michael Lowy
Tomado de: Punto de Vista Internacional

Este diálogo de Claudia Korol con Michael Lowy tuvo lugar en el marco de los debates sobre el socialismo del siglo 21, realizados en el Foro Social Mundial en Caracas en enero de 2006. Lo reproducimos aquí, porque pensamos que a pesar de que el paso del tiempo ha desactualizado algunos comentarios, sigue siendo de gran interés para los militantes de izquierdas. En él se repasan los aspectos aportados por el pensamiento socialista en América Latina y el mundo, y las prácticas realizadas en su nombre, que permiten en este nuevo momento de los debates mundiales sobre alternativas al capitalismo, poner como propuesta de debate el proyecto socialista.

Michael Lowy: El socialismo es una idea antigua, tiene siglos... Creo que los primeros elementos del socialismo los encontramos incluso en los primeros profetas del Antiguo Testamento, en las primeras comunidades cristianas, en los movimientos campesinos del Medioevo. Ahora, claro, la idea socialista moderna es la del siglo XIX, con Marx. Pero, también, con los primeros anarquistas. Esa idea, para mí, sigue siendo de gran actualidad. Porque sencillamente, el socialismo parte del principio de la propiedad colectiva de los medios de producción, que permite que las grandes decisiones sobre la producción, la distribución y el consumo, no sean tomadas por una oligarquía de propietarios, ni por la supuesta Ley del Mercado, o por una élite de burócratas expertos, sino decididas por la misma sociedad, democráticamente, después de una amplia discusión. Ésa, para mí, es la idea central del socialismo, que sigue más actual que nunca, como la alternativa radical al sistema en que vivimos, al capitalismo y el neoliberalismo.

Sin embargo, las experiencias realizadas en nombre del socialismo en el siglo XX, condujeron en la mayoría de los casos a fuertes frustraciones, precisamente relacionadas con el carácter democrático del proyecto socialista, y con la realidad de una distribución equitativa.

Michael Lowy: Obviamente que las experiencias del socialismo en el siglo XX son muy contradictorias. Hay de lo mejor y de lo peor. Lo peor fueron los terrores del stalinismo, y finalmente el fracaso del llamado «socialismo real». Pero sería absurdo rechazar al socialismo porque en su nombre se hayan practicado crímenes. Porque en la democracia pasó lo mismo. Hay tantos crímenes que se hicieron en nombre de la democracia del siglo XX, y no por eso vamos a abandonar al concepto, la idea y la realidad de la democracia. Lo que sí, queremos una democracia para el siglo XXI, partiendo de tratar de superar los límites de la democracia representativa, buscando la democracia directa y participativa.

Bueno, lo mismo queda para el socialismo. El socialismo del siglo XXI tiene que tomar lo que ha sido lo mejor de la tradición socialista, revolucionaria, desde las religiones hasta hoy. Y sobre todo, partiendo de dos ideas de Rosa Luxemburgo -que, para mí, es la gran pensadora del socialismo real-: que no se puede implementar ese proyecto, o esa utopía que es el socialismo, sin una transformación revolucionaria de la economía, de la sociedad, y del poder. Y segundo, que no se puede implementar esta propuesta sin democracia, sin libertad de organización y de expresión. Son ideas fundamentales, planteadas en su folleto sobre la Revolución Rusa. Porque creo que ella tenía claro ese asunto. Tenemos que rescatar la herencia revolucionaria, socialista, pero no podemos repetir simplemente las enseñanzas de Marx, Engels, Lenin, Bakunin, o quien sea. Tenemos que pensar en un socialismo del siglo XXI. Y para eso, me parece que la primera tarea para una actualización del proyecto socialista, es una apertura hacia la experiencia de los movimientos sociales. El socialismo tiene que enriquecerse con la experiencia, las demandas, los planteamientos, las críticas, los sueños, las aspiraciones, de los movimientos sociales de los últimos 20 ó 30 años -o más- que han levantado cuestiones nuevas, que no están previstos -o muy poco- en Marx, Engels, y los clásicos. Cuestiones como el feminismo, por ejemplo. Claro, si uno busca en algunos textos de Engels, sí plantea el tema de la mujer. Pero hay que estar dispuestos a aprender con los planteos de los movimientos de mujeres, su crítica del patriarcado, como un sistema de opresiones. Entonces, para mí, el socialismo del siglo XXI tiene que ser feminista. Si no, no tiene futuro. Lo mismo en relación al movimiento ambiental, la cuestión ecológica, que es cada vez más una cuestión de sobrevivencia de la humanidad. Para mí, un socialismo que no integra la cuestión ecológica, que no toma en serio los desafíos que plantea, incluso en la exigencia de la revisión de planteamientos que están muy enraizados en el socialismo tradicional -la idea del progreso, el desarrollo inevitable de las fuerzas productivas, y todo eso- hay que cuestionarlo a la luz de los desafíos planteados por el movimiento ecológico. Los problemas ecológicos, son decisivos para el futuro de la humanidad. El socialismo del S. XXI tendrá que ser un eco-socialismo, porque si no, no tiene futuro.

También es necesario tener en cuenta de otra manera a los movimientos indígenas, al movimiento campesino. Porque tampoco podemos entender el protagonismo que tiene el movimiento campesino en América Latina, e incluso en Europa, y en Asia, con los planteamientos de Marx, de Trosky o del campesino francés del siglo XIX, o quien sea. No es posible. Eso me parece fundamental para pensar un marxismo y un socialismo del siglo XXI. No olvidar nada de la experiencia del pasado, incluso criticando los errores, los crímenes o las abominaciones que el socialismo real ha tenido. Si se quiere renovar el socialismo, se tiene que tener una visión muy crítica de lo que fue la experiencia del socialismo real. Pero también rescatar los aspectos positivos de la lucha revolucionaria del siglo XX y XIX, desde la Comuna de París, la revolución de España y la misma Revolución Rusa.

Existe entonces una tensión entre la herencia y el proyecto a la hora de pensar el socialismo en este siglo.

Michael Lowy:No podemos abandonar esa herencia, es parte de nuestra memoria histórica, de nuestra identidad como socialistas, como revolucionarios. En esa continuidad histórica, el socialismo quedó como heredero de las luchas de siglos de los esclavos, de los campesinos, de los siervos, de los proletarios, de los negros, etc. Es la continuidad histórica de esa tradición de los oprimidos, como decía Walter Benjamin. Y no sólo de la tradición marxista-leninista ortodoxa. Por ejemplo, las luchas anarquistas son muy importantes en América Latina, en España. Tiene sus problemas, sus límites, pero son también parte de nuestra historia. Y tenemos mucho que aprender con ellas.

En esta parte de la tarea que sería recuperar la herencia del socialismo, se me ocurre pensar en Flora Tristán, por ejemplo. O en el anarquismo de Emma Goldman. También hay una necesidad de redescubrir algunas de las figuras que fueron invisibilizadas dentro de la tradición marxista.

Michael Lowy:Tenés razón. Flora Tristán es muy importante, porque es la primera en plantear la relación necesaria entre la liberación de la mujer y del obrero. Y como tú dices, es importante también recuperar a Emma Goldman, y sus planteamientos libertarios, sobre la cuestión de la opresión de la mujer. Hay toda una diversidad, una pluralidad en la historia del socialismo, que es muy importante rescatarla. Porque muchas veces, cada corriente política tiene sus héroes, sus pensadores, e ignoran los demás. Es un error. Por eso me gusta el MST brasileño, que tienen un cartel con el Che Guevara, Marighella, la hermana Cristina -que era una religiosa-, Florestán Fernández -que era un sociólogo-, y Paulo Freire. Ahí está gente de varias tendencias, tradiciones y culturas. Ellos han fabricado su propio «panteón» de los héroes, que es ecuménico. Eso me parece muy importante. Ese ecumenismo revolucionario es una cosa hermosa del MST.

Mirando este momento que se vive en el mundo y en América Latina ¿te parece que el neoliberalismo, como modelo, está mostrando fisuras? ¿Cómo analizas el cuadro actual de América Latina?

Michael Lowy:No queremos enterrar el cadáver del neoliberalismo. No va a desaparecer por sí solo. Tiene sus contradicciones, sus problemas, pero va a seguir. Incluso se mantiene cooptando a partidos, a gobiernos. Ésa es la tragedia de América Latina actualmente. Walter Benjamin tiene una frase muy importante, que dice: «Nuestra generación aprendió una lección: que el capitalismo no va a morir de muerte natural». Lo mismo es con el neoliberalismo, no va a morir de muerte natural. Es decir, si no peleamos, si no luchamos, si no lo acabamos, si no lo matamos, va a seguir manteniéndose bajo formas distintas, disfraces, cooptando fuerzas de izquierda, partidos, gobiernos, etc. Entonces, veo la situación de América Latina como muy contradictoria. Con muchas esperanzas, pero muchos problemas. Porque aparentemente toda América Latina se está volcando hacia la izquierda, y eso es obviamente positivo. Es decir, gobiernos que se presentan como de izquierda, de centro-izquierda, que vienen de la tradición de la izquierda, han ganado elecciones en muchos países: en Brasil, Uruguay, Chile, posiblemente mañana Nicaragua y México, etc. Es un fenómeno continental. Y ahora tenemos, obviamente, la experiencia venezolana y la de Bolivia con Evo Morales. Parece que toda América Latina se está volcando hacia la izquierda. Y hasta cierto punto eso es verdad. Creo que es síntoma de la crisis de legitimidad del neoliberalismo. Es decir, hay un sentimiento popular fuerte, de oposición, de búsqueda de una alternativa. Ahora, por otro lado, es verdad que la mayoría de esos gobiernos se han adaptado al neoliberalismo. Han tratado de darle un carácter más humano, menos brutal, al neoliberalismo. Han tratado de desarrollar políticas compensatorias para los sectores más pobres, que obviamente son positivas socialmente, pero no van al fondo de los problemas. Entonces, seguimos sin que se conteste a los fundamentos del sistema, de las políticas neoliberales, y del FMI. Con algunos matices, de un país al otro.

La gran excepción es Venezuela, de hecho. Es ahí donde se ve un enfrentamiento más serio con el neoliberalismo, también con sus problemas. Algo ha empezado con el proceso boli-variano, que parece más radical, pero creo que aún es temprano para hacer un balance. De todas maneras, es interesante. Y el hecho de que dentro del proceso bolivariano ha empezado la discusión sobre el socialismo, es muy positivo, obviamente. El proceso boliviano, obviamente también es muy temprano para juzgar. Para mí es muy interesante el hecho de que el partido que ganó las elecciones con Evo Morales, se llame Movimiento al Socialismo. Eso no significa que va a empezar un proceso hacia el socialismo, pero de alguna manera la cuestión está planteada. Entonces, veo muy matizado eso, a nivel de América Latina.

En lo que sí tengo más optimismo es en la movilización social, popular, de izquierda, que también es política en cierta medida, contra el neoliberalismo. E incluso contra el capitalismo. Porque cada vez más la gente se da cuenta que el neoliberalismo es la forma que toma el sistema capitalista. Entonces, claramente, esa movilización toma un carácter anticapitalista en todo el continente. Eso se ve en movimientos como el MST, los zapatistas, movimientos indígenas en varias partes del continente. En fin, hay una dinámica anti-neoliberal y anticapitalista en los movimientos sociales, en los movimientos populares, en sectores importantes de la izquierda, de los cuales los gobiernos son una expresión muy limitada de esa radicalidad social y popular. No logran tener una expresión adecuada en el nivel político gubernamental. Con la posible excepción de Venezuela, hasta ahora. Y con Bolivia no sabemos lo que va a ocurrir.

Cuando hablamos de la situación de esta cantidad de partidos que vienen de la izquierda, de experiencias que incluso vienen de hace muchos años -me refiero al PT o al FA-, con postulados socialistas, y las políticas que están aplicando, que en muchos casos no modifican más que en términos de asistencialismo las aristas más agresivas del capitalismo, también se plantea hasta dónde fuimos eficaces en la crítica a la social-democracia. Porque la crítica al estalinismo se ha hecho, y es necesario profundizarla, para no repetir la experiencia. Pero ¿hasta dónde pensás que fuimos eficaces y sostuvimos la crítica en profundidad a las experiencias de la socialdemocracia?

Michael Lowy:Bueno, depende. No puedo hablar en general. Tomemos el ejemplo de Brasil, que conozco mejor. No es que en Brasil no se haya criticado a la socialdemocracia dentro del PT. La izquierda del PT, todo el tiempo, levantó las banderas de romper con los esquemas de la socialdemocracia. Incluso en un momento, en 1990, un año después de la caída del Muro de Berlín, el PT saca su documento programático, del socialismo petista, que dice específicamente «No queremos la vía socialdemócrata porque no sino una administración del capitalismo». Es la idea de que el socialismo tiene que ser algo nuevo, libertario, democrático, radical, anticapitalista, ni socialdemócrata ni estalinista. Entonces, no es que no se hizo la crítica. Incluso fue asumida por el partido en el momento histórico de 1990. Pero de hecho, el partido se fue adaptando al aparato de estado, se fue integrando en el sistema político, se fue burocratizando. Y bueno, en cierto momento el partido entró en una ola de adaptación al neoliberalismo. Entonces, no es que no se hizo la crítica. No es que el partido, en un cierto momento, incluso programáticamente, no haya asumido la crítica a la socialdemocracia. Pero después se fue por otro camino.

¿Cómo estás viendo el panorama de la izquierda europea en este momento?

Michael Lowy: La verdad es que en la izquierda europea el panorama es aún de abrumadora hegemonía socialdemócrata, con algunas variedades de un país al otro. En general son partidos de centroizquierda, que han tomado una orientación social liberal, de hecho. En algunos casos, ya más liberal que social. Como en el caso de Inglaterra. Y en otros, como en Francia -y España tal vez-, con algunos matices. Pero ésa es la realidad. De hecho hay dos izquierdas en Europa. Una ya hace años identificada con el social-liberalismo. Y otra, que está buscando una alternativa. Ahí está una parte del antiguo movimiento comunista, que está buscando salidas, con muchas dudas, idas y vueltas, bandazos, avances, recules, pero se ve que está buscando su camino y que no lo ha encontrado. La izquierda de origen trotskista, que tiene cierto peso en Francia, Inglaterra, Portugal, etc. Y está la izquierda de la Conferencia Anticapitalista Europea, que son más las fuerzas que vienen de la matriz del trotskismo -no todas, pero en su mayoría-. Entre esas dos fuerzas hay relación, hay un diálogo; alguna que otra vez hay acuerdos, pero no siempre. Esa situación es muy distinta según los países. Por ejemplo, en Italia hubo un acuerdo en torno a la creación de Refundación Comunista, en la cual participaban las fuerzas que venían del PCI, pero que no aceptaron la socialdemocratización, fuerzas que venían del movimiento social, del sindicalismo -pero con una perspectiva radical, anticapitalista- y corrientes que venían del trotskismo. Se juntaron todos y formaron Refundación Comunista, y hubo un acuerdo del programa, la estrategia. Con divergencias tácticas, pero había un acuerdo fundamental. Ahora la cosa está complicada, porque la dirección de la Fundación, con el apoyo de la mayoría, decidió hacer una alianza programática con el centroizquierda. Y no sólo por las elecciones -que se podría entender, contra la derecha-, sino que se propone participar en el gobierno. Eso, en mi opinión, es un error. Esa discusión, la tienen también ahora en Francia. Entre la izquierda radical, anticapitalista, y el PC. Se habla de participar o no del gobierno, junto con los social-liberales. Toda esa discusión atraviesa Europa ahora, un poco. Ése es el estado de la cuestión ahí.

¿Y cuál es la relación con los movimientos sociales en Francia, por ejemplo?

Michael Lowy:Eso es parte del panorama general, del descontento social con el neoliberalis-mo, que hay en Europa. Que toma formas distintas, según los países, las tradiciones, etc. Pero hay un ascenso del descontento social con el neolibe-ralismo, con su política de exclusión social, de desempleo, de destrucción de las conquistas sociales. Eso se manifestó en Francia con el voto por la Constitución, y también se manifiesta con esa explosión social de los jóvenes de los barrios pobres, discriminados, excluidos, discriminados. Bueno, hicieron una revuelta. Y la forma que encontraron para expresarse fue lo de los coches. Es una rebelión social, pero también política, contra el gobierno, obviamente. El problema es que falta darle a eso una expresión más organizada. Se están empezando a formar, ahora, grupos dentro de esos jóvenes, alrededor de muchos artistas, cantantes de rap o de rock, que están tratando de darles una organización y politización mayor.

En este marco ¿cuáles serían las nuevas formas de internacionalismo? ¿cómo ser expresan?

Michael Lowy: Estoy convencido que para luchar contra la globalización capitalista neoli-beral, tenemos que organizarnos en escala mundial. No podemos vencer al sistema en una ciudad, en una región, en un país: es una lucha plane-taria. Los grandes problemas de la humanidad son planetarios. El problema ecológico, el problema de la deuda, son problemas mundiales. Entonces, hay que enfrentarlos en una lucha internacio-nal que, claro, tiene su dimensión local, regional, nacional, continental, etc. Esa dialéctica es fundamental. Los zapatistas la entendieron muy bien cuando plantearon la lucha en Chiapas, en México, en América Latina y en lo «intergaláctico». Tenemos que inspirarnos en ellos. El interna-cionalismo es una necesidad.

Ahora, hay una herencia del viejo interna-cionalismo de la izquierda, del movimiento obrero, que es preciosa, que hay que incorporarla. Pero no bajo las formas tradicionales. Y hay otra herencia también simpática, que fue el movimiento tercermundista, de rebelión de los países del Tercer Mundo, y en el Primer Mundo había una actitud de solidaridad con el Tercer Mundo, que era internacionalista. El apoyo a la revolución argelina, o cubana, o indochina, o lo que sea. Bien. Pero ahora creo que tenemos un nuevo tipo de internacionalismo, que tiene su expresión más visible en el Movimiento por la Justicia Global, o el Movimiento.
Eliminaron al mensajero: such is life.
Ver video: Foro Riviera del Caribe

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La boca de la verdad
Ana Lydia Vega

Tomado de El Nuevo Día.

A raíz del incidente de Ceiba, me ha perseguido el recuerdo de una máscara de mármol que vi una vez en una iglesia de Roma. Según la leyenda aterradora, aquella cara de diablo boquiabierto es un detector infalible de mentiras. Mano de embustero que se atreva a explorar el hueco justiciero de esa boca quedará atrapada en el acto.

Puerto Rico tiene ahora una versión viviente de la “Boca de la Verdad”. Menos feroz que la original, la criolla no traga manos atrevidas. Más bien delata hipocresías ajenas con sus declaraciones mordaces. Me refiero, desde luego, a las del finiquitado director ejecutivo del megaproyecto Riviera del Caribe.

No hay cómo entender a los puertorriqueños: se quejan de que los funcionarios gubernamentales los engañan y piden la cabeza de quienes se las cantan claras. De buenas a primeras, ese incomprendido servidor público se convirtió en el chivo expiatorio de la indignación colectiva. Perdió su puestazo por haber sentado cátedra de franqueza brutal.

Con su estilo gatillero, el autodenominado “hired gun” nos la despachó monda y lironda sobre el futuro chic de la ex base militar Roosevelt Roads. Su torpeza campechana pasó por vulgaridad ofensiva.

Y es que el señor González no domina la diplomacia taimada de los que almibaran con florilegios sus malas intenciones. Acostumbrada a escuchar los mochos encubiertos que le meten todos los días los políticos, la audiencia no supo apreciar el inesperado “strip-tease” oral de don Jaime.

Aunque a sus detractores no les hizo mucha gracia, al susodicho no le falta sentido del humor. Los chistecitos que se disparó a costa de los ceibeños dejaron tieso hasta al alcalde, quien no pudo decir ni este municipio es mío. A mí me enterneció la nostálgica alusión al “límber de cincuenta chavos”. Y casi me arranca una lágrima la exhortación a jugar a la loto para poder comprar un yate. Conmueve hasta al más despiadado esa fe sublime en los juegos de azar como instrumentos de justicia social.

Los exabruptos del boquisuelto permitieron captar, en toda su dimensión humanista, el credo filosófico de la administración de turno. Raspado en “el difícil” -cuestión de impresionar con una especie de cosmopolitismo gringocéntrico- el grito de guerra “Such is life” ha conocido un éxito sin precedentes. Traduce a perfección la naturalidad con que la clase gobernante asume su favoritismo por los sectores pudientes y su indiferencia hacia la masa trabajadora.

Se impone un reconocimiento. Don Jaime no fue el primero en revelarnos el gran secreto de estado. Ya el cocoroco de Desarrollo Económico se le había adelantado con la admisión inoportuna de que los empresarios eran los legítimos dueños de la hacienda. Tal ocurrencia no se le chispoteó por casualidad. Fue sin duda el fruto de un íntimo convencimiento, la expresión de un ideal compartido por los que aspiran al establecimiento de la Blanquitópolis soñada: gobierno solvente, negocios boyantes, apartheid suburbano y un pueblo mantenido a raya con operativos policíacos y limosnas federales.

Apoyados en su republicanismo decadente, los abanderados de las finanzas reciclan sin remordimientos la vieja ley del embudo. “Such is life” para los empleados públicos desechables. “Such is life” para las comunidades desplazables. “Such is life” para los estudiantes macaneables. “Such is life” para los asalariados explotables con nuevos yugos tributarios.

Del otro lado de la verja, el guiso permanente e intocable de los que pican el bacalao se justifica con un “I’m sorry” impenitente. “I’m sorry” si no les gusta lo que hay. “I’m sorry”, ustedes votaron por el cambio. “I’m sorry” aunque nos llevemos por el medio al país. Total, “what’s your problem?” Eso fue lo que trajo el barco. Así es la democracia.

Entre tanto, se asigna el papel de espectadores a los agregados de la finca. Ya lo dijo el benemérito bocón: velar a los turistas en su consumo de alto copete es el único lujo que les resta a los que no nacieron “agraciados”. Está por verse si los extras de la película se conformarán con tan poco.

Opino que el señor González merece, por su inestimable apego a la verdad, una medalla inspirada en aquella diabólica máscara romana. El castigo ejemplar debería reservarse para los tramposos que, con nuestro blando consentimiento, siguen atragantándonos de falsedades.

Ana Lydia Vega es escritora.

martes, 1 de septiembre de 2009


Ceci, n'est pas une Multitude? 11 de abril de 2005 (Foto: Haciendo Punto en Otro Blog).

Algo sucedió en el camino a la Universidad
Juan Duchesne Winter

Tomado de Diálogo Digital.

Nota Editorial: Con este breve ensayo, que reproducimos en su totalidad por su incuestionable profundidad teórica, el Prof. Duchesne se reafirma como uno de los intelectuales más actualizados del debate público en Puerto Rico, aunque también como uno de los más políticamente variables.

En el escrito, con el cual coincidimos con pocas pero significativas salvedades, retumban ecos de los principales exponentes de la filosofía radical de inspiración marxo-lacaniana de última moda, en estos tiempos de crisis y resaca del llamado posmodernismo. No obstante, las consecuencias lógicas de este análisis nos resultan incompatibles con las posiciones abiertamente elitistas y reaccionarias asumidas por el profesor durante la huelga estudiantil de la UPR, del 2005.

¿Será que no es lo mismo, cuando se trata de "resistencia social y política", celebrar el "exceso de gozo" que defender algo tan aparentemente poco gozoso como el acceso a la educación superior? (aunque segúramente alguien se habrá gozado el pequeño "exceso" que según las malas lenguas le dejaron al profe como recuerdo de aquella huelga).

Quizás alguien debería recordarle que para salir a gozar, algo tiene que sobrar después de pagar la matrícula. Al menos a los que, además de "proletarios de producción afectiva (etc.)" , seguimos siendo también "pobres" y/u "obreros".

En la madrugada del viernes 21 de agosto, en la avenida que conduce a la Universidad surgió un acontecimiento en el que el Estado atacó a los estudiantes y jóvenes, no por razón de ninguna movilización o situación específica, sino por el mero hecho de existir, por ser quienes son, por poseer cuerpos e ideas capaces de inventarse SU LUGAR en la ciudad.

En términos generales:

—El ataque policiaco de la avenida Universidad estuvo dirigido contra los estudiantes y los jóvenes en cuanto tales, y en cuanto exceso de gozo que el estado, según gobernado actualmente, no puede procesar de otra forma por el momento que suprimiéndolo, atacando los cuerpos demasiado poco regimentados por los códigos de consumo urbano vigentes.

—Los jóvenes y estudiantes, no necesariamente obreros, ni “pobres”, constituyen sin embargo un proletariado de producción afectiva, sensorial, simbólica, intelectual e imaginaria al que se pretende mantener a raya en el lugar de la acumulación capitalista que se les asigna. Tradicionalmente se asocia la palabra proletariado a obreros de fábrica, pero bajo el capitalismo actual amplísimos sectores, independientemente de su ubicación laboral, no importa que estén empleados o desempleados, concurren en la producción de lo que Marx llamó el “general intellect”: inventan en su vida cotidiana hábitos, gestos, palabras, modas, ideas, afectos, maneras de socializar que el capitalismo convierte directamente en mercancías y manipula como formas de control y alienación. Aún el mismo consumo se convierte en producción de valor. Cuando un sector produce su vida de tal manera que se sale de los códigos del goce establecidos por el estado capitalista, produce entonces un exceso “peligroso”, con potencial de convertirse en contraconducta, en resistencia social y política.

En lo inmediato:

—Hay señales de que se ensaya una estrategia de confrontación policiaca contra el espacio universitario al cual se visualiza desde el gobierno como “fuera de lugar” en sus planes.

—Los estudiantes han sido atacados y se ha pretendido humillarlos como estudiantes y como jóvenes, en uno de los lugares donde expresan su socialidad, declarándoseles “fuera de lugar” en el orden del alcalde Jorge Santini.

La pregunta es si se responderá con una campaña para convertir el “fuera de lugar” en “lugar propio” o se afirmará precisamente el “fuera de lugar” para habitarlo como nuevo lugar político relacionado con el antagonismo indefectiblemente antiburgués y anticapitalista de nuevo tipo que alberga el proletariado actual en Puerto Rico, más allá de las identidades convencionales. Ello constituiría una oportunidad para replantear todo el programa del movimiento estudiantil y juvenil.

Juan Duchesne Winter es profesor del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Pittsburg.