martes, 10 de abril de 2007

Segundo Volumen

¿Crisis? (editorial de “Apuesta #2”)

1- En la colonia

Un sistema está en crisis cuando sufre un cambio brusco o dificultades mayores; en ese momento se revela lo que típicamente queda oculto. ¿Fue el cierre gubernamental solo una crisis fiscal o es síntoma de algo más profundo? Esa pregunta guía el artículo de Félix Córdova, quien plantea que los eventos de abril y mayo de 2006 expresan la más reciente debacle de un modelo de desarrollo económico sometido al capitalismo del imperio. El azúcar zozobró en los años treinta y las petroquímicas en los setenta; hoy palidece el modelo que combinó farmacéuticas exentas de impuestos con estado benefactor. Tras el supuesto gigantismo gubernamental criticado por los intereses corporativistas-neoliberales se esconde una economía de enclave de exportación que siempre ha tenido una base de empleos raquítica y que ve fugarse parte sustantiva de la riqueza producida en Puerto Rico. Pero, debido a que el orden jurídico-político colonial es el marco de operación de las relaciones económicas en crisis, es prácticamente imposible solucionar este problema dentro de la colonia.
Rafael Bernabe nos expone que esta es también una crisis política en la que los partidos burgueses-coloniales incómodamente logran ejecutar los deseos de las clases dominantes de avasallar las clases trabajadoras para imponer las condiciones de un nuevo auge capitalista. Esos partidos son incapaces de articular una economía dinámica y un orden político, social y ético que legitime al orden vigente. Nos preguntamos si, ante la crisis en cuestión, (1) el movimiento obrero podrá asumir un sindicalismo social y de clase y (2) si los socialistas lograrán definir alternativas que sean acogidas e implantadas por la clase trabajadora. Ante esto, ¿logrará el independentismo salir de la arrogancia que los escinde de las luchas del pueblo?

Algunos plantean que la sociedad civil puede resolver esta crisis. Raúl Guadalupe cuestiona esto en su artículo, en el que muestra la incapacidad del concepto de sociedad civil para entender y superar el problema. ¿Ignoran los defensores de la teoría de la sociedad civil que ésta incluye a los capitalistas, cuyas propuestas neoliberales o corporativistas impondrían a los tr
abajadores unas condiciones de existencia similares a las del capitalismo del siglo XIX? Apostamos con Guadalupe a las concepciones clasistas como fundamento del entendimiento y superación de este caos del capital.

2- En la UPR

La crisis de la colonia incluye a su universidad pública. El deterioro de la planta física del Recinto de Río Piedras (múltiples edificios enfermos, Centro de la Facultad cerrado, biblioteca central deteriorada), el fiasco de “Plaza Universitaria” y la extrema dilación de la restauración del teatro del recinto son algunos de los síntomas. ¿No es la apertura del teatro en términos semi-privatizados un claro índice de la corporativista estructura subyacente que genera aquellos síntomas? Al ver que las posibilidades de usar el teatro se desvanecen en el aire, muchos estudiantes protestaron la inauguración del mismo ante la alta alcurnia criolla. Ante la represión administrativa hacia los estudiantes y el simulacro de vistas públicas en torno al funcionamiento del teatro, ¿no debemos motivarnos a reorganizar las estructuras universitarias en términos democrático-participativos?

¿No será “corporativismo” el mejor término para describir la actual síntesis universidad-capital? En noviembre de 2006, bajo el auspicio de Lilly, Inc., la UPR celebró un “Congreso de Biotecnología” cuyo precio de admisión era $150 y que contó con el jefe de Fomento Industrial y el jefe tecnológico de Abbot, Inc entre sus principales deponentes. Esta nueva colonización capitalista de la universidad es parte del “nuevo” proyecto de pseudodesarrollo económico del PPD: Puerto Rico como “bioisla”. Ante eso, el artículo de Janice A. Newson, examina cómo los códigos de ética investigativa, aunque parecen moderar la relación universidad-corporaciones, realmente facilitan el dominio corporativo.

¿Qué currículo sería el apropiado para esta universidad corporativista? Uno de tendencia técnica-especialista que reduzca los cursos que promueven el debate y la crítica. Eso implanta el Recinto de Río Piedras al reducir los requisitos de humanidades de 12 a 6 créditos. Una alternativa a la especialización requerida por el corporativismo sería la perspectiva integradora propia de los estudios interdisciplinarios. Jorge Giovannetti explora las posibilidades de una propuesta de convertir el Departamento de Ciencias Sociales General de la Facultad de Ciencias Sociales en uno de Estudios Interdisciplinarios. Es menester superar la división técnica del trabajo intelectual reificada en departamentos organizados desde categorías decimonónicas. ¿Pero basta la simple intención?

¿No sería la degradación de las condiciones de trabajo de los profesores la apoteosis del capitalismo académico? Esto examina el texto de Alba Montes. La política laboral asumida por la administración de la UPR durante los últimos años ha llevado a un déficit de 700 plazas a nivel sistémico, a que en el Recinto de Río Piedras el 37% de los profesores trabajen sin plaza y a que el 25% lo haga a tiempo parcial. ¡Estos últimos reciben casi 70% menos paga por la misma tarea! El desempleo estacional, la incertidumbre de quedar desempleados al final de cada periodo académico, la carencia de plan médico, las jornadas de trabajo extraordinariamente largas y la amenaza a la libertad de cátedra van convirtiéndose en condiciones de trabajo desgraciadamente normales. ¿Es adecuada esta anti-intelectual política laboral para un recinto que pretende ser doctoral-investigativo?

Ante esto, el profesor Walter Quinteros preguntaba, ¿qué tiene que pasar para que los docentes hayan permitido que sus condiciones de trabajo se hayan degradado hasta el punto en el que lo están? Sucedió que, atados a una autoimagen pequeñoburguesa, o frustrados por la crisis del socialismo autoritario, o cooptados por puestecitos burocráticos, excluyeron las relaciones de clase como concepto clave para el entendimiento del orden social. En Apuesta, por el contrario, asumimos la crítica al orden capitalista; apostamos a revelar aquello fundamental que típicamente está oculto, a estudiar la crisis de la colonia y de su universidad como crisis del capital.

Ramón Rosario Luna

lunes, 9 de abril de 2007




Apuesta

Número 1

febrero 2006








Sumario

5 Banco Popular: un conglomerado económico criollo
Antonio Carmona Báez

12 Vínculo socia: violencia, culpa y deseo
Wanda Ramos Baquero

17 Introduction: The Neoliberal University
Stephen Germic

25 La reestructuración neoliberal de la Universidad de Puerto Rico y el aumento en los costos de matrícula y cuotas
Waldemiro Vélez Cardona

33 Las condiciones de trabajo de los profesores en la universidad neoliberal: 1
Alba Montes Bello

41 La nueva derecha intelectual y la privatización de la educación universitaria en Puerto Rico
Luisa Gutiérrez

49 Poesía

50 Gráficas

57 Música

61 Reseñas

64 Juego de ideas

78 Apostadores

Editorial del Primer Número

Editorial “Apuesta”

“…lo que se denuncia como utópico no es lo que no tiene, ni puede tener, lugar en el universo histórico; es lo que ha sido imposibilitado de emerger por los poderes sociales establecidos.”
Herbert Marcuse

Normalmente la experiencia en un sistema de relaciones sociales genera saberes que lo reproducen, ya sea mediante la negación o la justificación de sus problemas. Sin embargo, también es posible hacer como Walter Benjamin: “pensar la historia a contrapelo”: podemos sospechar que algo anda mal. Por ejemplo, podemos pensar que años de condiciones precarias de trabajo son una agresión institucionalizada; que dicha agresión es parte de una estrategia patronal especialmente excluyente; que esta subordinación es una entre varias existentes en el orden social contemporáneo. También es posible que el malestar generado en esta experiencia provoque desear otro orden de relaciones. También lo es que, si el trabajo de estos sujetos es investigar sobre las formas de relación social, éstos tomen sus propias condiciones sociales de existencia como primer objeto de estudio.

Así, algunos profesores universitarios en condiciones precarias de trabajo, unidos a otros que se solidarizan con estas ideas, hemos desarrollado un interés en la investigación crítica del modelo universitario realmente existente: el neoliberal. Pero ese modelo universitario es un caso particular de la política económica neoliberal esgrimida por los poderes contemporáneos para recuperar las tasas de ganancias de la era de esplendor del capitalismo (1945-1970). Entonces, nuestra crítica a la universidad neoliberal es inmediatamente una crítica al neoliberalismo y, en última instancia, al modo de producción capitalista y a la formación social que se yergue sobre dicho sistema de relaciones socio-económicas.

El reconocimiento de la continuidad entre nuestras condiciones de existencia y las de múltiples otros sujetos subordinados por las diversas dimensiones del orden social nos lleva a asumir la investigación en torno al binomio dominación/liberación como el hilo conductor de esta revista. Esta pauta que conecta asume una serie de premisas que aquí esbozamos:

Rescatamos la concepción materialista de la historia como el reconocimiento de: (1) la importancia de la relación entre lo económico, lo político y lo ideológico; (2) el carácter histórico y constructivo del orden social; (3) la opción ética por otra formación social radicalmente más democrática, libre e igualitaria; (4) la simultaneidad de la crítica al reduccionismo económico y de la afirmación del carácter fundamental de las relaciones económico-políticas.

Reconocemos que el capitalismo de hoy no es el mismo que el del siglo xix; conocemos su reformulación posterior a 1945. Pero también sabemos que lo fundamental del mismo permanece igual, conocemos de su crisis desde 1970 y de la ofensiva neoliberal lanzada por los poderosos desde entonces.

Asignamos alta prioridad a la investigación sobre asuntos ecológicos, especialmente en cuanto a lo político de las tecnologías y de las definiciones de desarrollo.

Comprendemos que la investigación crítica sobre la historia, organización y funcionamiento del patriarcado, sobre la constitución cultural de los géneros y de la sexualidad es tan importante como la crítica a las relaciones económico-políticas.

Le adjudicamos importancia crucial a la investigación de las formas mediante las cuales los sujetos interpretan su relación con el orden social; las ideas emergen de la experiencia, pero, una vez surgidas, determinan la actividad del sujeto.

Los procesos artísticos no son irrelevantes para nosotros, puesto que producen discursos que no sólo fluctúan entre representar y criticar lo contemporáneamente existente; también conjugan lo que podría y hasta debería existir.

Nos interesa el estudio de la persistencia de la construcción social de exclusiones mediante categorías étnico-raciales y nacionales, la relación del racismo con el eurocentrismo y con las formas actuales de dominación.

No excluimos la indagación sobre el nacionalismo como problema teórico-político, la evaluación de las posibilidades, formas y limitaciones contemporáneas de la soberanía política.

También nos concierne la investigación de las formas de participación política, especialmente en cuanto a la crítica al autoritarismo, a la democracia representativa/liberal y la exploración de modos participativos/radicales de actividad política.

Reconocemos la actual crisis del prestigio de los discursos liberacionistas como producto coyuntural de la relativa derrota de los movimientos populares durante las décadas de los años 1970’s y 1980’s. Nuestra situación actual es el resultado de las victorias de las ofensivas económico-políticas del neoliberalismo y político-culturales del neo-conservadurismo; no es una condición eterna.

Dado que no confundimos el autoritarismo estalinista con una propuesta liberadora, no compartimos la frustración de algunos ante su desvanecimiento; también diferimos de la tendencia conservadora del pensamiento intelectual contemporáneo que es expresión de la frustración ante los procesos políticos de las décadas anteriores y ante la descomposición social actual.

Apostamos a la renovación de la razón crítica, a la síntesis de la intención emancipadora con la creación de perspectivas que faciliten la composición de otro orden social. Esto requiere: (1) rechazar la sobre simplificación de los fenómenos (tanto el autoritarismo del objetivismo como la irresponsabilidad del relativismo); (2) reconocer la complejidad de los procesos estudiados (asumir que son contradictorios, cambiantes y contextuales); (3) reconocer que el conocimiento es construcción histórico-cultural y (4) una reflexión ética sobre relación entre saber y poder.

Desde la perspectiva aquí esbozada, intentamos que “Apuesta” sea vehículo de investigación crítica con respecto a las formas de dominación/opresión de la formación social capitalista contemporánea y además, una promotora de la reflexión sobre las propuestas radicales de liberación con respecto a esos asuntos.

domingo, 8 de abril de 2007


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Libros:
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Braunstein, Néstor. Psicología: ideología y ciencia. (México: Siglo XXI, 1974) 15.

Revistas:
Apellidos, Nombre. “Título entre comillas”. Nombre de Revista (Ciudad) Número y/o volúmenes. Fecha: p.
³ Margaret Randall, “Escritura y testimonio,” Plural (México) 10.120 (Septiembre 1981): 26.

En el caso de la bibliografía también se seguirá el formato MLA. Ejemplos:

Internet:
Apellidos, Nombre (año), “Título entre comillas”, Información sobre la publicación, Fecha de acceso .
“Semiótica de la cultura”. Tomado de Semiótica Rusa. La Escuela de Tartu. 12/98 1 de abril de 2002 .

Periódicos:
Apellidos, Nombre. “Título del artículo” Nombre del periódico. Volumen. Fecha: p. Rama, Ángel.
“ La construcción de una literatura”. Marcha XXII 30 de diciembre de 1960: 24-26.

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