Hacia la construcción de un partido del pueblo trabajador
Varios Firmantes
Nota: Recientemente informamos acerca de un importante foro que se estará realizando el domingo 17 de mayo a la 1:00 pm en el Local de la UTIER en la Calle Cerra, Santurce. A continuación, reproducimos íntegramente el texto de la declaración contenida en el volante anunciando dicha actividad, que recibimos gracias a un amable lector. Para más información pueden accesar la página del evento en Facebook.
Puerto Rico vive una profunda crisis. Ante esa realidad es necesario construir un nuevo proyecto político amplio y abarcador. Creemos que es necesario iniciar el diálogo sobre ese proyecto. Nuestras consideraciones iniciales pueden resumirse en diez señalamientos:
1. La crisis fiscal no puede separarse de la política de exención contributiva. El problema del déficit fiscal se relaciona con el hecho de que las mayores concentraciones de riqueza aportan muy poco al erario público. Se trata de las ganancias de las grandes empresas multinacionales. Esa política de exención ha sido el eje de la estrategia económica del gobierno desde 1947.
2. La política de exención contributiva también está en crisis. Los frutos de esa política de exención son cada vez más escasos. Para muestra, un botón: durante los últimos años se han perdido más de cuarenta mil empleos en la manufactura.
3. El efecto acumulativo de la política de exención ha sido una economía dependiente, desarticulada y destructora del ambiente. Baste recordar algunos elementos:
a. El monocultivo cañero no fue remplazado por una agricultura diversa, articulada con actividades de procesamiento. Esto es lo que el país necesitaba en términos financieros (reducir importaciones), de salud (calidad de alimentos), de empleo (desarrollo integrado de actividades) y el ambiente (conservación de terrenos, etc.)
b. Se promovieron actividades desvinculadas entre sí, que importan sus materias primas, exportan sus productos y están controladas por capital externo.
c. Esta economía fue incapaz de generar empleo: Puerto Rico ha sufrido tasas de desempleo de más del 10% en momentos de auge, para no hablar de recesiones.
d. Las consecuencias ambientales (mal desarrollo urbano, el uso de las costas, agua, terrenos, contaminación, generación de desperdicios y sus ramificaciones en la salud) han sido terribles.
4. La crisis en Puerto Rico está enmarcada en la crisis global del capitalismo. Durante dos décadas los gobernantes neoliberales dieron rienda suelta a la empresa privada, pusieron todo en la carrera por la "competitividad", apostaron a las bendiciones de la privatización, la des-reglamentación y la reducción del sector público. El resultado ha sido una depresión global que condena a millones a la miseria.
5. Puerto Rico necesita una salida, pero no sólo a la crisis fiscal. Necesita una nueva política económica distinta a la adoptada desde 1947. Esa nueva política tiene que ser parte de la búsqueda, en todo el mundo, de una salida a la crisis económica global a la que nos han llevado las políticas privatizadoras.
6. Las medidas del gobierno intensifican las políticas que han provocado la crisis. Dejan sin tocar las ganancias del gran capital. Insisten en la política de privatización. Se intenta despedir a más de 30,000 empleados públicos. Las consecuencias serán incrementos en los niveles de violencia, de la economía subterranea, de los jóvenes empujados a las fuerzas armadas, un estancamiento en los salarios. Esas políticas afectarán con particular fuerza a la mujer trabajadora y a todos los que ya sufren discriminación, sobre-trabajo y otras desventajas. Se propone "simplificar" permisos y limitar recursos de revisión para facilitar proyectos rentables para unos pocos, sin importar el efecto en comunidades o el ambiente.
7. A todo esto tenemos que oponer el proyecto de otro Puerto Rico. El eje de su proyecto está en lo privado: el nuestro debe ser una renovación, democratización y ampliación del sector público y cooperativo. Su proyecto se amarra a las formas heredadas de dependencia en el capital y el mercado externo: el nuestro, sin pretender un aislamiento indeseable, debe enfatizar la conquista de la soberanía sobre la configuración de la economía del país, dirigida a un desarrollo integrado, acorde con su población, geografía y necesidades. Su proyecto lo monta todo en la lógica de la competencia: el nuestro tiene que apoyarse en la colaboración, la solidaridad, el intercambio justo dentro y entre los pueblos y en la necesidad de colaborar con otros pueblos (incluyendo Estados Unidos) en la creación de ese nuevo tipo de relación.
8. No queremos un Puerto Rico privatizado, polarizado, no sustentable y sacrificado en el altar de la competitividad. Queremos un Puerto Rico democrático, solidario y sustentable en un mundo cada vez más integrado en términos de equidad, algo que debemos construir en Puerto Rico en colaboración con movimientos análogos fuera de Puerto Rico.
9. En Puerto Rico hay decenas de movimientos, inciativas y proyectos que comparten está aspiración pero que carecen de representación política. Cientos de organizaciones de comunidades, trabajadores, estudiantes, mujeres, ambientalistas, profesionales y religiosos comprometidos luchan día a día por la justicia social y ambiental. Pero la política sigue bajo el control de partidos al servicio de una minoría. Ellos redactan las leyes y reglamentos, nombran los funcionarios, establecen las políticas públicas. Es necesario romper ese monopolio. Es necesario dotarnos de un vehículo político que nos represente. Un partido como el Puerto Rico al que aspiramos: democrático y participativo, transparente en todo su funcionamiento. El lodazal de corrupción en que los partidos dominantes han convertido la política promueve el escepticismo. Pero nuestro pueblo tiene la capacidad de hacer otra política: la política necesaria para alcanzar el Puerto Rico que queremos.
10. Los firmantes de esta carta te invitamos a trabajar en la construcción de esa nueva alternativa política. Nos interesa dialogar sobre la necesidad de un nuevo partido de los trabajadores y las comunidades, comprometido con ese Puerto Rico democrático, solidario y sustentable. Nos parece que es una discusión urgente. Te invitamos a que asistas y participes en las reuniones y foros que estaremos celebrando. El momento que vive nuestro pueblo nos convoca a la acción y a la organización renovada.
Varios Firmantes
Nota: Recientemente informamos acerca de un importante foro que se estará realizando el domingo 17 de mayo a la 1:00 pm en el Local de la UTIER en la Calle Cerra, Santurce. A continuación, reproducimos íntegramente el texto de la declaración contenida en el volante anunciando dicha actividad, que recibimos gracias a un amable lector. Para más información pueden accesar la página del evento en Facebook.
Puerto Rico vive una profunda crisis. Ante esa realidad es necesario construir un nuevo proyecto político amplio y abarcador. Creemos que es necesario iniciar el diálogo sobre ese proyecto. Nuestras consideraciones iniciales pueden resumirse en diez señalamientos:
1. La crisis fiscal no puede separarse de la política de exención contributiva. El problema del déficit fiscal se relaciona con el hecho de que las mayores concentraciones de riqueza aportan muy poco al erario público. Se trata de las ganancias de las grandes empresas multinacionales. Esa política de exención ha sido el eje de la estrategia económica del gobierno desde 1947.
2. La política de exención contributiva también está en crisis. Los frutos de esa política de exención son cada vez más escasos. Para muestra, un botón: durante los últimos años se han perdido más de cuarenta mil empleos en la manufactura.
3. El efecto acumulativo de la política de exención ha sido una economía dependiente, desarticulada y destructora del ambiente. Baste recordar algunos elementos:
a. El monocultivo cañero no fue remplazado por una agricultura diversa, articulada con actividades de procesamiento. Esto es lo que el país necesitaba en términos financieros (reducir importaciones), de salud (calidad de alimentos), de empleo (desarrollo integrado de actividades) y el ambiente (conservación de terrenos, etc.)
b. Se promovieron actividades desvinculadas entre sí, que importan sus materias primas, exportan sus productos y están controladas por capital externo.
c. Esta economía fue incapaz de generar empleo: Puerto Rico ha sufrido tasas de desempleo de más del 10% en momentos de auge, para no hablar de recesiones.
d. Las consecuencias ambientales (mal desarrollo urbano, el uso de las costas, agua, terrenos, contaminación, generación de desperdicios y sus ramificaciones en la salud) han sido terribles.
4. La crisis en Puerto Rico está enmarcada en la crisis global del capitalismo. Durante dos décadas los gobernantes neoliberales dieron rienda suelta a la empresa privada, pusieron todo en la carrera por la "competitividad", apostaron a las bendiciones de la privatización, la des-reglamentación y la reducción del sector público. El resultado ha sido una depresión global que condena a millones a la miseria.
5. Puerto Rico necesita una salida, pero no sólo a la crisis fiscal. Necesita una nueva política económica distinta a la adoptada desde 1947. Esa nueva política tiene que ser parte de la búsqueda, en todo el mundo, de una salida a la crisis económica global a la que nos han llevado las políticas privatizadoras.
6. Las medidas del gobierno intensifican las políticas que han provocado la crisis. Dejan sin tocar las ganancias del gran capital. Insisten en la política de privatización. Se intenta despedir a más de 30,000 empleados públicos. Las consecuencias serán incrementos en los niveles de violencia, de la economía subterranea, de los jóvenes empujados a las fuerzas armadas, un estancamiento en los salarios. Esas políticas afectarán con particular fuerza a la mujer trabajadora y a todos los que ya sufren discriminación, sobre-trabajo y otras desventajas. Se propone "simplificar" permisos y limitar recursos de revisión para facilitar proyectos rentables para unos pocos, sin importar el efecto en comunidades o el ambiente.
7. A todo esto tenemos que oponer el proyecto de otro Puerto Rico. El eje de su proyecto está en lo privado: el nuestro debe ser una renovación, democratización y ampliación del sector público y cooperativo. Su proyecto se amarra a las formas heredadas de dependencia en el capital y el mercado externo: el nuestro, sin pretender un aislamiento indeseable, debe enfatizar la conquista de la soberanía sobre la configuración de la economía del país, dirigida a un desarrollo integrado, acorde con su población, geografía y necesidades. Su proyecto lo monta todo en la lógica de la competencia: el nuestro tiene que apoyarse en la colaboración, la solidaridad, el intercambio justo dentro y entre los pueblos y en la necesidad de colaborar con otros pueblos (incluyendo Estados Unidos) en la creación de ese nuevo tipo de relación.
8. No queremos un Puerto Rico privatizado, polarizado, no sustentable y sacrificado en el altar de la competitividad. Queremos un Puerto Rico democrático, solidario y sustentable en un mundo cada vez más integrado en términos de equidad, algo que debemos construir en Puerto Rico en colaboración con movimientos análogos fuera de Puerto Rico.
9. En Puerto Rico hay decenas de movimientos, inciativas y proyectos que comparten está aspiración pero que carecen de representación política. Cientos de organizaciones de comunidades, trabajadores, estudiantes, mujeres, ambientalistas, profesionales y religiosos comprometidos luchan día a día por la justicia social y ambiental. Pero la política sigue bajo el control de partidos al servicio de una minoría. Ellos redactan las leyes y reglamentos, nombran los funcionarios, establecen las políticas públicas. Es necesario romper ese monopolio. Es necesario dotarnos de un vehículo político que nos represente. Un partido como el Puerto Rico al que aspiramos: democrático y participativo, transparente en todo su funcionamiento. El lodazal de corrupción en que los partidos dominantes han convertido la política promueve el escepticismo. Pero nuestro pueblo tiene la capacidad de hacer otra política: la política necesaria para alcanzar el Puerto Rico que queremos.
10. Los firmantes de esta carta te invitamos a trabajar en la construcción de esa nueva alternativa política. Nos interesa dialogar sobre la necesidad de un nuevo partido de los trabajadores y las comunidades, comprometido con ese Puerto Rico democrático, solidario y sustentable. Nos parece que es una discusión urgente. Te invitamos a que asistas y participes en las reuniones y foros que estaremos celebrando. El momento que vive nuestro pueblo nos convoca a la acción y a la organización renovada.